lunes, 19 de marzo de 2012

El día que me dejaste, no lloré...

Compré un puñadito de almendras y seguí caminando.

El día que me dejaste, fruncí la naríz,
te dí un beso en la frente y uno en cada párpado,
te sonreí y me tropecé, me fuí murmurando recuerdos,
y pensando en futuros.

El día que me dejaste, no había nubes,
el cielo estaba pesado... y me pesaba,
no hablé con nadie, llegué a casa y me hice toda un nudo.
El día que me dejaste, me sentí estropeada y linda, como casi nunca...
y te lo perdiste, ya no me veías

El día que me dejaste, canté una canción triste,
El día que me dejaste, cociné para mí,
prendí una vela, un sahumerio, y un cigarrillo.
El día que me dejaste, abrí el vino que compramos juntos y me corté.

No fue grave, pero si profundo.
Me costó trabajo ponerme la curita sola,
y me llevó tiempo curarme.

Y vos no lo viste, y ahora no hay rastros de la cicatríz.... ya hay partes de mí que no ves, ya pasó, ya no me conocés.
No supiste de mi curita con dibujitos, no sabés que me curé.

Y yo veo mi dedo y lo descubro. Y exploro y busco y no queda nada...
Vos no estuviste, no lo viste... y ya pasó.

Desde el día que me dejaste ya me curé del todo,
y vos todavía me hacés doler*

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